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El círculo virtuoso del propósito superior

En el anterior artículo, tratamos ciertos aspectos clave para las organizaciones: el alineamiento cultural de los colaboradores, que estos dispongan de las capacidades necesarias para desarrollar sus funciones y que estén motivados. Así conseguimos un círculo virtuoso de generación de valor “instrumental”.

No obstante, todo ello también se puede dar en empresas que pueden tener un impacto negativo en la sociedad y en el medio ambiente.

Esto nos lleva a la redacción del segundo artículo en el que desarrollamos qué es el propósito superior.

Como ya tratamos en el anterior artículo, el desarrollo y el mayor nivel de consciencia de las personas no solo contribuyen al crecimiento individual, sino que también desempeñan un papel esencial en la promoción de un impacto positivo en la sociedad en su conjunto.

A continuación, explicaremos cómo hemos llegado a estos conceptos en Voxel.

Antes de adentrarnos en el círculo virtuoso del propósito superior, es necesario explicar qué entendemos por individuos, empresas o sociedad “conscientes”.

Definimos “consciencia” como la capacidad para entender el mundo con una visión cada vez más amplia, desde diferentes perspectivas, aumentando los modelos mentales con los que se toman decisiones y se actúa

Cuando las empresas se van haciendo más conscientes sobre su impacto y toman responsabilidad, pueden definir un propósito superior más allá de simplemente tener beneficios económicos (siendo los resultados financieros un aspecto también necesario para la supervivencia de la empresa, para poder reinvertir en ella y para sus accionistas). En este sentido, el propósito superior se refiere a la intención de tener un impacto positivo en alguno de sus otros stakeholders (además de en sus shareholders) y no generar impactos negativos en el resto: colaboradores, proveedores, sociedad y, consecuentemente, medio ambiente.2

Las organizaciones, como estructuras de colaboración masiva, producen un impacto en la sociedad mayor que el de sus individuos aislados, al aunar y alinear sus esfuerzos con un propósito compartido.

La manera más directa de producir un impacto positivo en la sociedad es a través de las organizaciones que la forman, las cuales, a su vez, están constituidas por individuos. Invertir en el desarrollo de estas personas (sobre todo a nivel interior) promueve que aumente su consciencia. Esto, a su vez, impacta en el desarrollo y mayor consciencia de las organizaciones y de la sociedad. En el gráfico inferior, representamos lo expuesto.

Esto genera un nuevo círculo virtuoso basado en el propósito superior: la atracción de talento hacia empresas con mayor propósito, el cual a su vez ayudará a generar mayores recursos económicos para conseguirlo. Este propósito superior, además, fomentará el sentido de pertenencia de los miembros de la organización.

En conjunto, el círculo virtuoso basado en el propósito superior se enlaza con el círculo virtuoso más instrumental de la organización de la siguiente manera: el motor económico de la empresa le proporciona el “oxígeno” para poder sobrevivir y es lo que le permite impulsar su propósito superior. Así, el modelo de negocio de la empresa está al servicio de su propósito superior.

El desarrollo y mayor nivel de consciencia de las personas es un impulsor de impacto positivo en la sociedad. La correspondencia en el ámbito empresarial es el establecimiento de un propósito superior (el cual adicionalmente genera un círculo virtuoso de atracción y fidelización de talento). ¿Cómo pueden las empresas poner esto en práctica? En el siguiente artículo veremos el ejemplo de cómo se han articulado estos conceptos en Voxel.

1John Mackey and Raj Sisodia – Conscious Capitalism
2John Elkington – Triple Bottom Line

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